Cascada Ñivinco: Un paraíso escondido

El lugar se trata de un verdadero tesoro escondido, al que se llega atravesando un hermoso sendero entre bosques y arbustos nativos.

Se trata de un pequeño trekking apto para toda la familia, ya que no presenta ninguna dificultad. Después de los primeros minutos de caminata, aparece un caudal de agua que hay que atravesar: muchos se sacan los zapatos y levantan sus pantalones, y otros buscan algunas piedras o ramas para no mojarse. Al final del camino es donde el sendero se hace un poco más angosto y empinado, y el sonido del agua cayendo se comienza a sentir más fuerte.

Al llegar, uno se encuentra de frente con esa caída de agua tan increíble que da ganas de quedarse para siempre. La playa que se encuentra allí tiene alrededor de 200 metros y es de piedras. La cascada cae cerca, dentro de una especie de olla no muy profunda donde los valientes se meten y disfrutan de ese sector. El reflejo del verde de la vegetación sobre las aguas cristalinas, le da al pozón un color esmeralda muy particular, lo que lo hace único.

Como si fuera poco, por el costado de la cascada se puede seguir caminando hasta llegar a un mirador y, un poco más adelante esperan otros cuatro saltos de agua.

Realmente es un lugar que vale la pena, distinto a todos y perfecto para pasar un momento de conexión sólo con la naturaleza.